Igual que las personas pasamos por diferentes fases hasta seguir una alimentación de adulto, nuestro perro debe superar las mismas fases. A los 20 días podemos iniciar el destete, pero según la raza tendremos que esperar hasta que cumplan entre 12 y 24 meses para darles comida de perro adulto. Mientras tu cachorro tendrá que comer, primero unas 4 o 6 comidas al día, y a medida que crezca aumentaremos la cantidad reduciendo la frecuencia hasta las dos comidas diarias. Pero, ¿qué le daremos?
Al principio les prepararemos unas papillas semisólidas a partir de pienso seco remojado en agua -nunca con leche de vaca-, que se puede compaginar con la leche materna. A los 45 días el perro estará completamente destetado, y seguiremos con esos piensos diseñados específicamente para cachorros. Son piensos ricos en proteínas, vitaminas, calcio y energía; y aunque los de colores te puedan resultar más atractivos mejor elegir un pienso marrón, sin colorantes.
Coincidiendo con estas primeras semanas empezarán a salirles los dientes. Aunque sea fácil caer en la tentación y darle al cachorro comida humana debemos tener en cuenta que les cuesta mucho digerirla, en especial cuando son tan pequeños. A partir de la quinta semana podemos abandonar completamente la leche, y poco a poco también añadiremos cada vez menos agua al pienso para que se acostumbren al alimento sólido. El crecimiento de los dientes es clave para completar esta transición hacia los piensos sólidos.
Los alimentos prohibidos para los cachorros
La alimentación del cachorro es clave, ya que según como lo alimentemos crecerá sano o tendrá problemas que lo acompañarán el resto de su vida. No le ofrezcas nunca carne cruda, mejor cocínala para matar las bacterias, y cuidado con los huesos, por muy pequeños que sean: pueden dañar los dientes o el intestino. Y recuerda que el chocolate, la cebolla o las uvas son tóxicas. A estas edades tampoco son recomendables las golosinas, aunque si cedes procura que no supongan más de un 10% de su alimentación.