¿Qué pasa si mi perro come veneno para ratas?
El envenenamiento de perros por ingesta de raticidas es uno de los más frecuentes dado que este tipo de productos se esparce (a veces sin las debidas precauciones) en lugares donde es habitual la presencia de roedores. Jardines, parques, patios, cerca de los contenedores de basura, que tanto gusta olisquear a los canes…
Existen distintos tipos de venenos para ratas y, de su composición dependen los síntomas y el periodo de reacción y recuperación del perro frente al envenenamiento en perros. Siempre es grave y si sabes que tu perro ha ingerido alguna de estas sustancias, debes de acudir de inmediato al veterinario.
Los signos de envenenamiento por raticida son variables. Puede que el perro comience, a las pocas horas, con vómitos y presente síntomas de mareo o falta de coordinación en sus movimientos. Además, la mayoría de los raticidas incluyen sustancias anticoagulantes por lo que las hemorragias externas o internas son uno de los síntomas claros de que el animal ha ingerido algún veneno de este tipo.
También puede ocurrir que si tu perro se ha envenenado con matarratas, esté aletargado y no quiera comer. Esta inapetencia prolongada, unida a algún tipo de sangrado: por la nariz, por la boca al vomitar, en las heces… pueden acabar con su vida si no recibe el adecuado tratamiento.
¿Cómo actuar para contrarrestar el efecto tóxico del veneno?
Si tu perro ha ingerido veneno para ratas en una cantidad pequeña, los síntomas pueden aparecer transcurridos 1 o 3 días y son más difíciles de reconocer que si toma una cantidad mayor que le provoque vómitos y convulsiones. Ante la mínima sospecha, es importante acudir al veterinario porque no hay remedios caseros que tú puedas aplicar. Según cada caso y tras confirmar el envenenamiento por raticida, será el veterinario quien establezca el tratamiento adecuado.
Eliminar cualquier resto de veneno y frenar la pérdida de sangre son las dos primeras medidas. Puede ser necesario un lavado de estómago y del tracto intestinal y también es habitual contrarrestar los efectos anticoagulantes del veneno con inyecciones de vitamina K, esencial en el proceso de coagulación.
Además, en las semanas posteriores, habrá que hacer un seguimiento exhaustivo de la dieta del animal, verificando que toma la suficiente cantidad de agua y alimentos. En los casos de intoxicación leve, el perro puede recuperarse totalmente en 2 – 3 semanas.