¿Qué raza de perros usan los ciegos?
Muchas veces creemos que el perro es un animal de compañía, un amigo más, pero hay un caso en el que son mucho más que eso: los invidentes. Un perro guía puede ser el mejor aliado en el día a día de una persona ciega, pero el animal debe estar perfectamente entrenado para ello. Por eso no sirven todas las razas de perros, el entrenamiento no es suficiente; y no todos los perros son capaces de cumplir con esa misión.
Las razas más utilizadas como perros lazarillo son el labrador retriever, los golden retriever y el pastor alemán. Se trata de perros que por norma general tienen un bien carácter, canes muy amistosos con sus dueños, capaces de ayudarlos en sus quehaceres diarios y muy tranquilos. Muchas veces los han castrado desde pequeños, ya que así es más fácil que puedan completar el aprendizaje necesario para trabajar como perros guía.
De los perros labradores se aprovechan su sociabilidad y capacidad para adaptarse a cualquier situación y ambiente. Además, los usuarios pueden controlarlos fácilmente. Los golden retriever son una especie con una gran iniciativa, uno de los perros más inteligentes que tenemos; mientras que el pastor alemán es uno de los perros más completos que existen. Todo lo hacen bien, así que pueden ser los ojos de un ciego sin problemas. Eso sí, el invidente debe dirigir al perro guía, no al revés.
La vida del perro guía
Estos animales pasan un largo proceso hasta llegar a una persona invidente. Desde los dos meses hasta el año de vida están con una familia de acogida, en una fase clave para su sociabilización en el futuro. A los 12 meses vuelve a la Fundación ONCE para empezar el adiestramiento, una fase dura -no todos lo superan- y larga, de hasta dos años. Entonces se entrega al invidente adecuado, y puede ejercer como lazarillo hasta los 8 o 10 años, cuando se jubilan. Y, tras su retirada, el perro lazarillo puede ser adoptado, por el propio invidente o por una nueva familia.