¿Qué tratamiento necesita un perro con problemas de próstata?
Cuando los perros llegan a cierta edad es fácil que aparezcan problemas de próstata. Es más fácil que se den en perros que no han pasado por un proceso de castración canina, pero cualquier perro puede sufrir estos problemas de próstata. A la hora de hacer frente a los problemas de próstata caninos podemos optar por un tratamiento médico o quirúrgico para combatir los problemas de próstata en el can, y aunque suelen resultar exitosos la clave está en un buen diagnóstico precoz, por ejemplo a través de la ecografía prostática canina, que nos permita iniciar el tratamiento a tiempo de solucionar el problema.
Por esa razón, se recomienda que los perros se sometan a revisiones periódicas de próstata a partir de los 7 años -incluso antes, si el veterinario del can lo cree conveniente-. Lógicamente, el veterinario será el encargado de decidir qué tipo de tratamiento aplicarle al perro con problemas de próstata. Al tomar la decisión tendrá en cuenta cuestiones tan diversas como el tipo de problema que sufre el perro, la edad del perro o el nivel en el que se encuentra el problema.
Si decide aplicarle un tratamiento médico contra los problemas prostáticos del perro, tenemos dos alternativas. La primera son los antibióticos o medicamentos caninos, que suelen prescribirse en enfermedades como la prostatitis infecciosa. El problema es que a los antibióticos les cuesta llegar a la próstata, así que se trata de antibióticos específicos y el tratamiento es bastante largo. Por otra parte están los tratamientos con hormonas para hacer frente a los problemas de próstata que reducen la producción de hormonas masculinas, culpables de estos problemas de próstata.
Alguna opción más tenemos cuando se opta por un tratamiento quirúrgico. Una de las medidas más habituales es la práctica de alguna técnica de castración canina, aunque en el caso de los quistes se suele optar por drenar los quistes para vaciarlos e impedir que aparezcan de nuevo. Por último está la cirugía de próstata canina, indicada en caso cáncer de próstata del can -algo poco habitual-, aunque es una cirugía muy complicada por su localización y que además puede producir efectos secundarios como la incontinencia.