Moquillo
El moquillo en los perros, o distemper canino, no es una de las enfermedades más comunes, pero sí una de las más peligrosas para los canes por sus efectos y facilidad de contagio.
Un perro contagiado por distemper canino desarrollará problemas tanto en su aparato digestivo como en el respiratorio. Además, a medida que avanza la enfermedad podría incluso afectar al sistema nervioso del can.
Este problema puede aparecer en cualquier raza de perro, sobre todo cuando se encuentran en la etapa de cachorro. El moquillo también puede afectar a otro tipo de animales como los zorros, los hurones o las nutrias.
La enfermedad del moquillo en perros no tiene cura y podría acabar derivando en la muerte de nuestra mascota. Debido a su fácil contagio, tienes que tener en cuenta sus formas de contagio y los métodos de prevención.
Por tu parte no debes preocuparte, ya que el distemper canino no se contagia a las personas.
Síntomas de el Moquillo en perros
Si tu perro padece el moquillo, el primer síntoma que apreciarás será ver como en sus ojos se produce una secreción acuosa o aparece el pus. A medida que pasan los días comenzarán a manifestarse otros síntomas del moquillo que afectarán al can. Pese a que detectar el distemper canino no es fácil en sus primeras etapas, hacerlo ayudaría a frenar el desarrollo de ciertos síntomas en el perro. Los síntomas del moquillo más comunes tienen que ver con:- Fiebre
- Falta de apetito
- Sensación de cansancio
- Adelgazamiento
- Deshidratación
- Secreción nasal
- Tos
- Dificultades en la respiración
- Ojos rojos y secos
- Vómitos y diarreas
- Almohadillas de las patas duras
- Problemas en la piel
Tratamiento de el Moquillo en perros
Desgraciadamente, el moquillo es una enfermedad para la que no existe cura. Y, en la mayoría de ocasiones, el can que padece el distemper canino acaba muriendo. En el caso de sobrevivir al moquillo, los perros acaban presentando diversos trastornos a causa del efecto de la enfermedad en el sistema nervioso. Cuando un perro es diagnóstica con moquillo, la vacuna preventiva ya no hará efecto sobre él. Lo único que se puede hacer es paliar los síntomas y las infecciones necesarias. Para ello, el veterinario podrá recetar los siguientes tratamientos:- Antibióticos que permitan controlar infecciones.
- Medicación para paliar las diarreas, vómitos y tos.
- Determinados cuidados que permitan reducir la secreción de ojos y nariz.
- Antiinflamtorios.
- Dieta específica para evitar la sensación de hambre y sed.