Entrenamiento de perros policía
Los perros que trabajan con los Cuerpos de Seguridad del Estado, como la Policía o la Guardia Civil, son verdaderos “agentes” capaces de realizar misiones increíbles. El entrenamiento del can en estos casos siempre corre a cargo de profesionales e incluye distintas etapas, desde las de adiestramiento básico en obediencia para el perro, hasta las especializadas que les permitirán realizar grandes hazañas. En este artículo vamos a recopilar toda la información relacionada con el entrenamiento de los perros policía y todas sus características. El trabajo de un perro policía tiene como fin último colaborar, junto a su guía o compañero, en la defensa de la seguridad pública y en las labores de protección a la ciudadanía.
¿Qué puede llegar a hacer un perro policía?
Desde paralizar a un agresor, hasta perseguir a un delincuente que se da a la fuga… al entrenamiento básico del perro policía hay que unir la etapa de especialización, que permitirá asignarles un área determinada de trabajo. Labores de seguimiento y rastreo, detección de explosivos, drogas o sustancias acelerantes del fuego pueden ser algunas de las tareas de este perro junto a otras proezas como la localización de billetes de curso legal, de restos humanos o de personas ocultas a propósito o desaparecidas.
Todo esto es capaz de hacer un perro policía entrenado convenientemente, una ardua tarea que comienza cuando el animal es un cachorro y tiene apenas 8 – 9 meses y que tiene una duración aproximada de un año.
Características del entrenamiento de perros policía
Los agentes de cuatro patas han de trabajar muy duro para llegar a ser policías. Suelen ser perros de tamaño mediano, llenos de vitalidad, ágiles y con gran capacidad de adaptación y aprendizaje. Entre las razas de perros policía más habituales son el pastor alemán o el dóberman, aunque la raza no es determinante a la hora de encontrar a un buen policía canino, pues la clave está en el carácter del animal. Así, estas son las principales características que debe reunir el entrenamiento de perros policías:
1. Socialización
Como cualquier otro can deberá disfrutar de su etapa de cachorro y de una adecuada socialización en la que vaya familiarizándose con el entorno y aprendiendo las órdenes básicas, fundamentalmente a través del juego. En esta primera fase de entrenamiento del perro policía, es sencillo detectar si el perro reúne buenas condiciones para “ingresar en el Cuerpo”.
A partir del año o año y medio, comenzará el entrenamiento propiamente dicho, siempre de forma individual, con su guía- entrenador, que se encargará de la evolución física y psicológica del perro policía en cuestión. El entrenamiento a nivel físico del perro policía es realmente exigente. En instalaciones apropiadas (escuelas caninas de la Policía Nacional o de la Guardia Civil) aprenderá a correr a toda velocidad, saltar, esquivar obstáculos, subir rampas, reptar por túneles, atravesar un aro… una completa instrucción “militar”, que le preparará para poder superar cualquier dificultad: moverse en terrenos resbaladizos, escarpados, en alturas de vértigo, entre una multitud, por un estrecho túnel…
2. Defensa y ataque
Es una parte fundamental del entrenamiento policial canino. Cualquier perro policía, incluso los que se dedican exclusivamente a la vigilancia, por ejemplo en un aeropuerto, está perfectamente preparado para atacar e inmovilizar a un agresor, procurando siempre causarle el menor daño posible. Así, los ejercicios se enfocan hacia un entrenamiento de defensa y ataque que le enseñará al can cómo y dónde morder a lo largo de su formación.
3. Obediencia total
Es otro rasgo que debe caracterizar al perro policía: su entrenamiento no solo está pensado para potenciar su fuerza y su destreza, sino para enseñarle, además, a obedecer siempre y a la mínima señal de su guía compañero. Empezará aprendiendo a obedecer con algo tan básico como traer la pelota que, jugando, le lanza su instructor y, poco a poco, conocerá las órdenes esenciales para hacer su trabajo incluso en las condiciones más complicadas. Al perro se le entrena para no distraerse ni ponerse nervioso por nada, incluso en situaciones en las que pueda haber gritos, peleas o disparos… debe obedecer siempre.
4. Entrenamiento específico
Según las cualidades propias de cada animal, el perro policía se centrará en un determinado campo de actuación en el que el desarrollo del olfato es clave en esta última fase del entrenamiento inicial. Detectar explosivos o sustancias tóxicas, seguir el rastro de una persona desaparecida o perseguir a un posible delincuente… el perro se entrena a base de ejercicios en los que debe encontrar algo determinado solo con su olfato. Si lo consigue, por supuesto, recibe su premio.