Los perros de asistencia son animales simplemente extraordinarios, cariñosos y de carácter tranquilo, que además, han recibido un exhaustivo y complejo entrenamiento canino que les permite ayudar a personas con alguna discapacidad física o psíquica y crear con ellos una unión muy especial. ¿Quieres saber cómo es el proceso para que un can se convierta en un perro de asistencia? A continuación vamos a ver todas sus claves.
Ser el mejor compañero de un niño autista, avisar a una persona sorda de que están llamando a la puerta, encender una luz con la pata, alertar de una emergencia médica (como una bajada de los niveles de azúcar en una persona diabética) o empujar una silla de ruedas… son solo ejemplos de las funciones de los perros de asistencia o perros de ayuda, que estos perros en cuestión pueden llegar a proporcionar a sus dueño.
Normalmente, las razas de perros de asistencia suelen ser los golden retriever, los border collie o los pastores alemanes, aunque no hay una raza exclusiva para que un perro pueda asistir a un humano. La compañía de estos animales, junto a sus habilidades, hacen que sean perros que proporcionan un apoyo emocional sin igual y una ayuda casi indispensable para aquellos dueños a los que hacen su vida un poco más sencilla.
Las etapas del entrenamiento del perro de asistencia
Han de transcurrir muchos meses hasta que un perro de asistencia pueda ser entregado al que será su dueño y compañero. El entrenamiento del perro de asistencia comienza dese cachorro y concluye con una última etapa de adaptación a la persona a la que va a ayudar. Las fases del entrenamiento del perro de ayuda son:
Socialización
Después de pasar el tiempo necesario con su mamá perra, el futuro perro de asistencia será entregado a una familia adoptiva para una buena socialización. Como cachorro compartirá juegos y actividades mientras se acostumbra a todo tipo de situaciones: tráfico de la ciudad, ruidos cotidianos, distintos espacios, paseos, transportes públicos… mientras dan y reciben cariño, se observa que el perro tenga sus sentidos, sobre todo vista, oído y olfato, bien desarrollados y también que se trata de un animal tranquilo, equilibrado y afectuoso con las personas.
Entrenamiento básico
Dura entre 4 – 6 meses y lo realizan profesionales. En esta segunda etapa del entrenamiento del perro de asistencia, comenzará a aprender las órdenes básicas caninas de obediencia al tiempo que entrena habilidades físicas indispensables: caminar en línea recta, subir rampas o escaleras, esquivar obstáculos, saltar, detenerse en un bordillo, devolver un objeto que se le lanza…
Entrenamiento avanzado
Es la fase que realmente convertirá al perro en un can de asistencia. En esta etapa ya se enseña a desarrollar habilidades muy concretas que servirán para proporcionar justo la ayuda que necesita una persona con unas necesidades específicas. Por ejemplo aprenderá a:
- Traer y llevar objetos para en su momento acercárselos a alguien con movilidad reducida: una prenda de vestir, los zapatos, un bolígrafo, el teléfono móvil, la cartera, un juguete para un niño etc.
- Reaccionar ante determinados sonidos como el timbre de la puerta o el despertado, y avisar a su amo con dificultad auditiva.
- Realizar gestos cotidianos que la persona asistida no pueda realizar: tirar de un pomo para abrir una puerta o un cajón, ponerse a dos patas para encender una luz o llamar el ascensor.
- Caminar siempre junto a su dueño y, en caso necesario empujar, por ejemplo una silla de ruedas.
Fase de adaptación
Una vez que el perro de asistencia ha completado su entrenamiento queda una última etapa fundamental de adaptación al que será su dueño. Durante unas semanas, el perro de ayuda y la persona compartirán actividades juntos para confirmar que realmente forman un buen equipo y que el can es capaz de ayudarle justo en aquello que él o ella necesita.
Las claves del entrenamiento de asistencia canina
Para lograr estos asombrosos resultados se requiere un entrenamiento especializado para el perro de ayuda y asistencia basado siempre en el juego y en el refuerzo positivo.
El perro de asistencia debe aprender a reconocer tanto las órdenes verbales como los gestos que su amo pueda hacerle para ser atendido. El adiestramiento se basa en la proximidad, es decir, el animal siempre estará lo más cerca posible de la persona. Entre los primeros ejercicios está conseguir, practicando una y otra vez, que el perro se acerque a la mano (derecha o izquierda) de su dueño, solo con que éste la extienda.
Lograr que el perro, por ejemplo, traiga algún objeto o tire de un cajón se consigue enseñándole este "juego" y dándole su premio cada vez que lo realice correctamente. El objetivo del entrenamiento del perro de asistencia canina es la compenetración total entre perro y amo y la lealtad absoluta por parte del animal que se convertirá en la mejor ayuda física y emocional de la persona a la que preste su asistencia.