Entrenamiento para perros de exposición
En una exposición canina, se valora la belleza de un animal atendiendo a distintos aspectos, desde su morfología y constitución física, hasta su elegancia en los movimientos. Algunos perros son verdaderos modelos profesionales, pero conseguir ese dominio del ring y de la pasarela es fruto de un complejo entrenamiento canino. Este es, el entrenamiento para perros de exposición, que vamos a descubrir al completo.
No cuesta imaginar lo difícil que puede llegar a ser que un perro permanezca quieto mientras le observan de cerca personas que no conoce o en ese momento en el que, tal vez, un juez levante sus fauces para comprobar su dentadura. Los perros de exposición suelen ser ejemplares de gran pureza en cuanto a la raza de perros que pertenecen. Es algunos de estos certámenes solo tienen que “posar” y captar la atención de todos aquellos que contemplan la belleza de su pelaje o el equilibrio en las proporciones de todo su cuerpo. Los “andares” correctos, sin correr demasiado y sin tirar de la correa y algunos ejercicios como caminar en línea recta o realizar un pequeño recorrido, suelen formar parte complementaria de los certámenes de exposición y/o exhibición.
Las bases del entrenamiento canino para exposición
En este particular entrenamiento, la preparación psicológica del perro es tan importante como el entrenamiento físico. Un perro con posibilidades de convertirse en todo un campeón de las exposiciones comienza su educación desde que es un cachorro para lograr que cuando llegue a la etapa adulta luzca en todo su esplendor y sea capaz de controlarse durante los escasos minutos en los que va a acaparar todas las miradas. Tres son las claves para entrenar a un perro de exposición:
Control de estrés
Si quieres que tu mascota participe en una exposición canina, a la hora de entrenar y preparar a un perro para una exposición lo más importante es lograr que el animal viva como algo natural todo lo que rodea a este tipo de certámenes: gente, ruido, otros perros que también acuden, luces, focos… si además se trata de una competición, los jueces se acercarán a él para observar atentamente todas sus características. Es básico que el animal esté tranquilo.
Postura estática
Es lo más difícil de conseguir. Durante la exhibición, habrá momentos en los que el perro tenga que mantener una postura estática durante varios minutos, con sus patas delanteras bien cuadradas y perfectamente en paralelo, mirando al frente y mostrando toda la belleza de su porte. Durante semanas, entrenará sobre una mesa o en una plataforma específica, con cuatro salientes planos, donde colocará cada una de sus patas, para que su musculatura fije esa pose y la recuerde en el momento de la exhibición.
Elegancia en los movimientos
En algunos de estos certámenes, los perros han de caminar en línea recta o formar un círculo acompañados de sus entrenadores o persona que les acompaña y presenta,los llamados “hadlers”. También puede que tengan que realizar algunos ejercicios para demostrar sus habilidades si además de una exposición se trata de una exhibición canina. Enseñar al animal a caminar con elegancia, obedeciendo a cada una de las indicaciones del hadler es parte fundamental del entrenamiento.
Cómo es una sesión de entrenamiento canino para exposición
Hace falta mucha paciencia y horas de trabajo para lograr que un perro salga al ring y demuestre su estilo y su valía. El objetivo de este entrenamiento para perros de exposición es conseguir que el perro se habitúe a todo lo que rodea una exposición y que además disfrute cada vez que participa. Si el perro no está a gusto, será muy difícil que la exhibición salga bien.
Además, cuidar de la salud del can y de su aspecto externo forma parte del entrenamiento. Como cualquier cotizado modelo, un perro de exposición se somete a largas sesiones de peluquería y belleza. Un pelaje saludable, brillante e impecablemente cepillado es importante, sobre todo en animales de pelo largo. También el ejercicio físico, que desarrolle su musculatura en su justa medida, es esencial para convertirse en un bello ejemplar.
Para controlar sus movimientos es habitual utilizar collares de ahorque con todo el cuidado del mundo. Se les coloca siempre en la zona alta del cuello (debajo de las orejas) y su uso sirve para indicarle cuándo debe permanecer inmóvil. Además, el refuerzo positivo es una de las claves para lograr que el perro considere siempre la exhibición como un momento agradable en el que lucirse y recibir los premios que más le gustan.
Estas son las principales características de una sesión de entrenamiento canino para exposición, pero ante todo y lo más importante que se garantice el estado correcto de nuestro animal, y que sea respetado en todos sus sentidos.