Volver a una alimentación más natural, en la que el pienso elaborado no tiene cabida, es el objetivo de la dieta BARF. Los alimentos crudos, fundamentalmente carne y huesos carnosos, junto con algunas verduras y cereales son su base, aunque existen multitud de variantes y formas de prepararla entre las que puedes elegir.
También conocida por sus siglas en castellano como dieta ACBA (Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados), la dieta se basa en la idea de que los perros son animales carnívoros que, antes de ser domesticados, se alimentaban fundamentalmente de la caza de presas pequeñas y de otro elementos que les proporcionaba la propia naturaleza: vegetales, frutas, bayas... Los que defienden esta dieta como la más adecuada para un perro insisten en que se trata de darle precisamente lo que él comería si viviese en libertad y en estado salvaje, tal como aún hacen sus antepasados los lobos.
Ingredientes básicos
- La carne cruda de vaca, pollo, cerdo, cordero… es la clave de los distintos menús.
- Los huesos carnosos ocupan también un lugar destacado. No se trata de huesos pelados sino con carne adherida.
- Pescado: salmón, sardinas, caballa.
- Vísceras crudas: mollejas, corazón, higadillos de pollo.
- Otros: huevos, cereales, aceite, yogur...
Cómo hacer una dieta BARF equilibrada
(Michelle D. Milliman) || Shutterstock
Preparar esta dieta para tu perro no es demasiado complicado, sobre todo teniendo en cuenta que puedes elaborar las distintas recetas con antelación, congelarlas en porciones apropiadas, y sacarlas con tiempo suficiente para que pueda comerlas el animal.
La proteína debe ser la base de las distintas recetas que hagas para tu perro, siempre combinándola con otros nutrientes para proporcionarle el equilibrio que necesita en su alimentación. Para que te hagas una idea aquí tienes tres opciones para seguir la dieta BARF:
1. Dieta BARF estricta.
En este caso todos los alimentos se combinan en crudo. Se trata de elaborar al menos 2 – 3 recetas diferentes, mezclando ingredientes como los siguientes y prestando atención a las proporciones :
Huesos carnosos (50% - 60%): carcasas y cuello de pollo, costillas de ternera, espinazo de cerdo… carnes (20% - 30%), las que quieras: cordero, vaca, aves, cerdo, sin eliminar la grasa; vísceras, en poca cantidad (no más de un 10% y no en todas las raciones); frutas y verduras (no superar el 10%) y Utiliza sólo las recomendables para perros por ejemplo: pera, manzana, plátano, zanahoria, calabaza, brócoli (recuerda que hay alimentos naturales que pueden resultar tóxicos para tu mascota). Con estos ingredientes, puedes crear multitud de recetas para variar el menú de tu perro. Unos días puedes darle la carcasa de pollo con unos pedazos de carne de ternera y una base de puré de verduras; otro un cuello de cordero troceado con pechuga de pavo, un higadillo de pollo y manzana troceada… con un poco de imaginación, puedes elaborar multitud de platos dignos del mejor gourmet.
2. Dieta BARF con hidratos de carbono y verduras hervidas.
Especialmente para perros muy activos y de gran tamaño, algunos expertos aconsejan incluir en los menús BARF alimentos cocinados como el arroz o la pasta, ricos en hidratos de carbono.
En este caso, solo tendrás que añadir a tus menús, una o dos veces en semana, el cereal que prefieras, habiéndolo hervido el tiempo suficiente. Esta modalidad de dieta también permite la cocción de las verduras más duras como la zanahoria, aunque solo unos minutos, para evitar que pierda nutrientes y propiedades.
3. Pescado y otros complementos (la dieta BARF más completa).
El pescado es otra importante fuente de proteína animal que además aporta ácidos grasos saludables. Muchos de los que siguen la dieta BARF incluyen el salmón, sardinas, caballa… Algunos opinan que es mejor dar el pescado cocido y otros en crudo, aunque todos coinciden en que hay que ofrecerlo entero, con su cabeza, sus vísceras, su piel y sus espinas por lo que son recomendables pescados pequeños. Los que apuestan por esta modalidad de dieta BARF, la más completa, también destacan la importancia de incluir en ella alimentos como el huevo y el yogur, una o dos veces por semana.