Los cachorros, como "bebés" que son, necesitan jugar para crecer sanos y desarrollar todas sus capacidades. Si tienes un perro de apenas unos meses, disfruta al máximo jugando con él mientras descubre el mundo y aprende las normas de conducta necesarias para vuestra buena convivencia.
A partir de los dos – tres meses, comienza la etapa más intensa de socialización de un perro. A esta edad, su energía y su curiosidad hacen que esté dispuesto a jugar en cualquier momento. Aprovecha para pasar ratos divertidos mientras le adiestras de la manera más entretenida.
Jugando estimulas a tu cachorro favoreciendo su actividad física y mental. Vista, oído, olfato, agilidad, coordinación de movimientos… los sentidos se agudizan porque el pequeño cachorro pone toda su atención en el juego, aprendiendo al mismo tiempo que os vais conociendo y estableciendo una unión muy especial.
¿A qué jugar con un perro cachorro?
Entre los juegos para perros que más gustan a los cachorros destacan:
¡Intenta cogerlo!
Muéstrale algún juguete tipo tirador-mordedor. Juega con él hasta que logre cogerlo. Luego, morderá con ganas intentando quitártelo. Aprovecha para enseñarle que cuando tú lo ordenes, debe soltarlo. Otra posibilidad es atar un juguete a una cuerda y sujetarla de tal modo que no alcance a cogerlo. Sube y baja y verás cómo mueve sus patas y casi se pone de pie para intentar atraparlo.
La caja de cartón
Algo tan simple puede resultarle toda una aventura. Una caja grande, a la que no tenga fácil acceso y que guarde alguna delicia comestible será un reto para el cachorro. Con este juego, pones a prueba su agilidad física y también su inteligencia.
La pelota
Tirársela e intentar que te la devuelva es un clásico pero no puede faltar como juego esencial para cachorros. Les divierte muchísimo y no se cansará de ir a por ella una y otra vez. De nuevo, trata de enseñarle que debe devolvértela.
Escondite
Escóndete en algún lugar de la casa y llámalo para que te busque. Es toda una clase práctica de seguimiento de un rastro determinado. Cuando dé contigo, se merece una caricia y una golosina.
Órdenes sencillas
Juega con tu cachorro mientras le enseñas órdenes básicas que te vendrán muy bien en sus primeros paseos. Intenta que te siga y detente de vez en cuando, procurando que él haga lo mismo. Reanuda la marca con un “¡vamos!”. Prueba también a enseñarle a permanecer sentado o a darte la patita.
Cómo jugar con un cachorro
Él se mostrará dispuesto casi siempre a pasar un rato entretenido, pero si notas que tu cachorro no tiene ganas de jugar, no te empeñes y espera el momento oportuno. También es importante no agobiarle con horas interminables de juego. Es un “bebé” y se cansa. Es preferible jugar varias veces al día, un rato corto, 10-15 minutos, sobre todo si quieres que el juego sirva de entrenamiento. En ningún caso el juego puede acabar sobre excitando al animal.
Aunque sea un cachorro, corrige cualquier conducta inadecuada mientras jugáis. Por ejemplo, no permitas que se abalance sobre ti (salvo que el juego consista en eso), o que en lugar de morder su juguete tirador, le dé por tus zapatos. Si el perro no obedece, no continúes jugando. Tampoco le regañes porque no lo entenderá, simplemente déjale solo unos minutos para que comprenda que así, no hay juego.
Ten mucha paciencia y dale todo tu cariño. Se trata de un cachorro que está aprendiendo. Para él todo es una novedad.
Por último recuerda que los premios, en forma de caricias, palabras amables y alguna golosina son esenciales para que el juego resulte además de divertido, educativo y sirva para reforzar conductas positivas.