Perra embarazada


¿Queremos que nuestra perra críe? ¿Qué vamos a hacer con los cachorros? Deberíamos tener en cuenta las consecuencias que puede producir el parto de nuestra mascota.

Una vez hemos decidido seguir adelante lo mejor será poner a nuestra perra en manos de profesionales para que nos aconsejen sobre nutrición y cuidados específicos para esta etapa.

Deberá tener un año y haber pasado como mínimo un celo, a partir de este momento podemos empezar a pensar en el embarazo. La condiciones físicas en lo que a peso, a forma física y salud se refieren se deben tener en cuenta. Pero no solo de la perra sino también del perro para asegurarnos de proporcionarles la mejor calidad genética para los cachorros.

El celo, el acoplamiento, la preñez o embarazo, el parto, la lactancia y el destete son las fases de este ciclo. El primer paso es elegir al padre, según su estado de salud, (parásitos, enfermedades infecciosas o hereditarias) o de su pedigree.

Tras la monta debemos llevar a nuestra perra al veterinario para confirmar la preñez y descartar que se encargue de un embarazo psicológico. Aunque se trate de un falso embarazo puede presentar los mismos síntomas incluso fabrican nidos, adoptan peluches como si fueran cachorros y producen leche. En el caso de tratarse de un caso severo se tratan con hormonas o sedantes que prescribe el veterinario.

Por tanto no es fácil detectar a simple vista si se ha quedado preñada. Los signos físicos no son evidentes hasta el tercer tercio del periodo de gestación que se trata de unos 60 días. Estos signos son un aumento de glándulas mamarias, abultamiento del abdomen, cambio de color de los pezones.

Las perras embarazadas suelen mostrarse más cariñosas y llaman la atención de sus dueños. Aunque con los extraños u otros perros son mas irritable. Del mismo modo que en los humanos pueden sufrir vómitos o náuseas.

  • ¿Te ha servido de ayuda?
  • No