Un perro con baja autoestima no es un perro preocupado por su aspecto físico. La autoestima está relacionada con la energía, la dominación y la sumisión. Los perros con baja autoestima son sumisos, débiles tanto corporal como psicológicamente y pueden sufrir miedos o pánicos.
Las obsesiones que puede desarrollar un perro con baja autoestima son muy distintas a las que puede desarrollar un perro dominante. Corregir a un perro obsesivo con la autoestima baja es mucho más sencillo pero requiere un trabajo constante.
Son perros atrapados en su inseguridad, se paralizan, se esconden o tiemblan ante determinadas situaciones en lugar de pelear o escapar. Necesitan nuestra ayuda porque no pueden resolver su problema solos.
Están pidiendo a gritos un líder que les imponga unos límites y reglas. Normalmente el hecho de estar con más perros suele funcionar aunque tenemos que vigilarles. Ya que si descubren un perro más débil intentarán atacarlo.
Tampoco debemos dejar que la autoestima de nuestro perro esté por las nubes. En una manada solo puede sacar pecho el líder de la manada, sólo él es el responsable de proyectar la energía dominante. Nuestro perro lo aceptará sin problemas, pero intentará resistirse al principio. Demostrarle que somos nosotros quien mandamos no significa que tengamos que pegarles. En la naturaleza el líder de la manada se basta con proyectar su energía y corrigiendo los malos comportamientos desde el principio.
