La primavera ya está aquí y, con ella, el placer de los días más largos, los paseos más agradables con tu perro, pero también los riesgos de que pueda atraer más a los parásitos con la subida de las temperaturas. Para ello, es importante estar ya preparados con un tratamiento para combatir los parásitos en perros, porque algunas de sus soluciones son preventivas, como los collares antiparasitarios.
Los veterinarios los aconsejan a menudo ya que representan una muy buena opción para repeler las posibles garrapatas, pulgas o mosquitos que quieran acercarse a nuestras mascotas.
Para los perros puede llegar a ser un poco incómodo y a veces tienden a quitárselo con la ayuda de la pata, por ello es importante elegir el collar parasitario que más se adapte a cada perro, en cuanto a edad y peso, y poner mucha atención en su colocación.
En cualquier caso, la higiene del perro y su la salud deben ser aspectos que imperen siempre, y más sabiendo que los perros se ensucian muy fácilmente. Los expertos aconsejan acudir al veterinario para la eliminación de parásitos, al menos, cada tres meses, como medida preventiva, si bien durante la primavera se deben extremar las precauciones, así como realizar las oportunas revisiones o seguir el calendario de vacunas correspondiente, porque como se suele decir, con la salud no se juega, ni con la de los humanos ni con la de los animales.
A veces la primavera llega sin avisar, como últimamente, y aunque el pelaje del animal sirva de protección, muchos de estos parásitos son capaces de traspasarlo, afectando directamente a la salud de nuestra mascota. En ese caso conviene que detectemos lo antes posible la presencia de parásitos para que podamos poner una solución rápida de desparasitación y evitar así que nuestro perro pueda sufrir.
Pero, ¿cómo nos damos cuenta? Antes que nada, conviene decir que existen parásitos externos e internos. Estos últimos son más difíciles de identificar, porque se hacen notar a través de vómitos o diarrea, hinchazón o apatía. En cuanto se observe alguno de estos síntomas, es imprescindible llevar a nuestro perro al veterinario para que le pueda poner en tratamiento lo antes posible y se pueda identificar el foco de la enfermedad.
Los parásitos externos son más fáciles de detectar. Generalmente, nos solemos dar cuenta porque nuestro perro se rasca muy a menudo y con mucha intensidad. Hay que tener cuidado porque puede llegar a hacerse heridas. Si esto ocurre y nos fijamos, podremos ver pequeños bichitos como pulgas, garrapatas o mosquitos. Se debe, por tanto, iniciar el proceso de eliminación de parásitos de inmediato para evitar el malestar del perro.
En cualquier caso, no hay que alarmarse porque es algo muy normal y, desgraciadamente, ocurre con frecuencia. No obstante conviene usar tratamientos contra los parásitos para evitar que la situación empeore, porque las pulgas o las garrapatas se reproducen muy rápidamente y pueden transmitir enfermedades graves si no se detectan a tiempo.
Muchas personas, antes de hacerse con sprays antiparasitarios intentan quitar las garrapatas ellas mismas. Armándose de valor y de unas pinzas de depilar, atrapan la cabeza del parásito que, generalmente, suele estar bajo la piel del perro, a la misma vez que aplican agua oxigenada en la zona afectada.
Quitar garrapatas no es un proceso complicado, pero requiere una gran precisión y decisión ya que puede provocar molestias o heridas a tu perro si no sigues los pasos recomendados uno a uno. Lo que está claro es que hacerlo uno mismo es innecesario cuando existen soluciones en el mercado como las pipetas antiparásitos con las que con una aplicación, y tras 24 horas, ya se pueden ver los resultados.
Por otro lado, según algunos expertos, existen además ciertas enfermedades que pueden transmitirse de los perros a sus dueños y una pequeña infección, virus o parásito en nuestra mascota se puede convertir en un tema de salud pública a pequeña escala, al encontrarse los animales en los parques y, a menudo, en contacto con otros perros y sus dueños.
Tampoco hay que olvidar el tema de los excrementos. Todas las campañas que se han realizado durante los últimos años en los ayuntamientos y que han conseguido concienciar a gran parte de los dueños sobre la importancia de retirar los excrementos de nuestra mascota, no se deben a un capricho: las heces de perro, aparte de ensuciar las calles y sobre todo los parques -donde muchas veces quedan ocultas entre el césped o la hierba- son además transmisoras de enfermedades, y ya se conocen casos de reciente y grave contagio por esta vía.
Algunos ayuntamientos, a finales del año pasado, aseguraban que analizarían el ADN de los excrementos para llegar a los dueños y multarles, porque, claramente, son ellos los responsables. Somos nosotros los que tomamos las decisiones por nuestro perro, los que decidimos su higiene, su salud, su educación y respeto a las personas, y los máximos responsables de llevarles al veterinario si detectamos alguna enfermedad o molestia, así que la mejor precaución que se puede tomar ante los parásitos en primavera es nuestra propia concienciación al respecto.