¿Te encanta salir con la bici pero te sientes culpable por dejar a tu perro esperando en casa triste? Quizá crees que tu perro no podrá seguirte el ritmo, pero siempre hay una forma de incluirlos en tus paseos y te vamos a mostrar cómo.
Si tu perro tiene la energía para trotar a tu lado es perfecto, es una gran forma de ejercicio. Pero aun así siempre es recomendable llevarlo al veterinario para una revisión previa y así evaluar si puede realizar ese esfuerzo. Además, si piensas que este ejercicio le hará bajar de peso, en caso de que tenga sobrepeso, este tipo de rutinas no es la más adecuada.
Una vez el médico te ha dado el visto bueno, es momento de adquirir accesorios para poder pasear a tu can yendo en bicicleta. Los esenciales suelen ser una correa que no se enrede y un arnés (mejor que un collar); si además éste es reflectante mejor. Si no, puedes comprar cinta reflectante y ponerla tú.
Otros accesorios son luces intermitentes tanto para la bicicleta como para el perro, un kit de primeros auxilios pequeño para posibles imprevistos y una correa extra.
Un accesorio muy peculiar pero útil, pueden ser los zapatos para perros, que pueden evitarle molestias al correr, en caso de pisar objetos puntiagudos o suelos que estén resbaladizos. También podrás encontrar accesorios que te permiten enganchar la correa al manillar, esto es imprescindible para un paseo más cómodo. También podrás encontrar medidas de seguridad para evitar que el perro choque con las ruedas. En definitiva podrás encontrar accesorios de todo tipo para que tu perro pueda dar largos paseos contigo en bicicleta.
Si tu perro nunca ha tenido este nivel de actividad física, una buena opción es empezar por paseos con la bici pero a muy baja velocidad o incluso con la bici pero sin necesidad de ir subido. Esto acostumbrará al perro a caminar junto a la bicicleta. Aprovecha estos paseos de “práctica” para utilizar las órdenes habituales que usarías como parar, girar, ir más lento o para llamar su atención cuando se distrae.
No esperes que el perro corra largas distancias al principio, igual que los humanos necesitan tiempo para acostumbrarse a una rutina de ejercicios. Obsérvalo siempre, y para inmediatamente si notas que puede estar cansado, respirando muy fuerte o pierde coordinación, deberás llevarlo al veterinario. Si tan solo lo notas cansado, para de vez en cuando para que beba agua y repose.
Recuerda que no es una carrera, no pedalees rápido deja que tu perro te siga el ritmo fácilmente. Vigílalo, porque cualquier distracción puede hacer que ambos os caigáis. Durante los descansos dale premios por ser un gran compañero con la bicicleta.