A pesar de que el otoño meteorológicamente hablando se ha hecho esperar, el lector que conviva con canes en su vivienda habrá notado que hay más pelos en casa. El otoño, junto con la primavera, es la época del año en el que los perros, como la mayoría de los animales, mudan su pelo.
Evitar que los pelos inunden el hogar se convierte en esta estación en la obsesión de todos los amantes de sus mascotas. Especialmente en el primer mes, como afirman muchos veterinarios.
La higiene del hogar resulta clave para la buena convivencia, además de para con los propios animales. Desde los colectivos de veterinarios remarcan la importancia de cepillar de forma habitual el pelo del perro, para evitar llenar la casa con los pelos y sobre todo para favorecer al can una transición de época más llevadera.
Pero, ¿qué hacer cuando el cepillado no evita la pérdida intensa de pelo? Para los casos de mayor caída de pelo en perros (y otros mamíferos), los especialistas aconsejan aspirar de forma recurrente las superficies.
De hecho, todos los modelos del robot aspirador Roomba, por ejemplo, han aumentado sus ventas en los dos últimos meses, coincidiendo con el final del periodo de rebajas y el inicio de la época de muda de pelo de los perros. No en vano, los robots para el hogar ayudan a las familias a despreocuparse por la existencia de pelos de perros ya que el artefacto aspira todas las superficies del suelo.
Las alfombras, remarcan los veterinarios, son foco de gérmenes no solo para los humanos. Los perros y otros animales también son blanco de gérmenes e infecciones por lo que los especialistas insisten en mantener un espacio habitable y limpio para todos los habitantes de la casa.
En este sentido, la marca que comentábamos ha publicado esta guía sobre los Roomba y cómo utilizarlos para garantizar la eliminación de todo el pelo de perro de casa.
Porque no todos los perros tienen el mismo pelo ni su ritmo biológico fluye de la misma forma. Los especialistas explican que existen razas de perro con un pelo que denominan largo, otros con pelos medios y finalmente los canes de pelo corto.
Cada uno de ellos presenta una intensidad diferente a la hora de mudar el pelo. Los perros que tienen un pelo corto tienden a perder menos masa capilar que aquellos que tienen mayor extensión en sus cabellos.
Por ejemplo: un pastor alemán pierde el doble de volumen que por ejemplo los terriers, que apenas sufren caída de pelo. Por su parte, los caniches nunca mudan el pelo.
Una adaptación al entorno
¿Por qué se les cae el pelo a los perros y otros animales? La respuesta de los veterinarios es clara: se trata de un proceso de adaptación a los contrastes de temperaturas que se viven en estas épocas del año. Una fórmula natural de adaptar su sistema al medio en el que viven.
Sin embargo, alertan de que un eventual intenso cambio climático, en el que las condiciones del entorno eliminen estos periodos de transición, afectará también a la salud de los animales. Al fin y al cabo, la muda de pelo supone el saneamiento de su piel.
En este escenario cada vez menos hipotético, al aumentar la temperatura media, los animales prolongarán su periodo de cambio de pelo, lo que puede provocar casos de zonas sin pelo en el perro si la recuperación no es adecuada.
Ello derivaría en una merma en su calidad de vida y su salud.
Los efectos de un buen cuidado
Preguntamos a los veterinarios si hay alguna forma de asegurar que el proceso de cambio de pelo en los animales se produce sin daños para la mascota Estos nos responden que no existen fórmulas mágicas sino una prevención continua de enfermedades, infecciones y situaciones estresantes para el perro.
La explicación: los animales son muy sensibles a cualquier cambio en el entorno. La separación de una pareja con la que ha convivido puede generar estrés en el animal que ve cómo su rutina se altera, y un elemento de su camada ya no está. Este estrés puede derivar en caídas más intensas de lo habitual del pelo.
Si no se aborda esta situación, y la salud e higiene del perro no son las adecuadas, el animal puede generar otro tipo de patologías más graves.
A modo de prevención, los especialistas recomiendan el cepillado con peines específicos para su tipo de pelo, y realizar baños más habituales con el fin de eliminar todo el pelo muerto que aún no ha caído y que puede convertirse en foco de infecciones.
La alimentación también resulta clave para limitar cualquier problema de salud del animal. Así, los alimentos ricos en omega 3 les ayuda, al igual que ocurre con el resto de mamíferos, humanos incluidos, a conseguir un cabello más fuerte y brillante, y por lo tanto, menos propenso a caídas no naturales.
En aquellos casos en los que los animales presenten cuadros anómalos, la respuesta debe ser inmediata: acudir al especialista de confianza a fin de limitar lo máximo posible cualquier otra enfermedad en el animal. Algunos de los eventos que suponen una alarma para los cuidadores son pérdidas masivas de pelo, apariciones de amplias zonas sin pelo, erupciones en la piel o un frotamiento anormal en el animal con cualquier superficie, o con sus propias patas.
En ningún caso se debe optar por aplicar tratamientos a los animales sin la aprobación y receta de un veterinario a riesgo de crear un mal mayor al perro del que se quiere evitar.