Cada vez que entramos en casa o suena el timbre de la puerta, mi perro se vuelve loco y empieza a saltar sobre quien entre en casa y a ladrar. La mayoría de los perros hacen esto y la mayoría de los dueños les acariciamos. No nos están demostrando que nos quieren sino que nos dominan.
En la naturaleza los perros se olfatean cuando alguien llega, sin embargo los perros domésticos suelen saltar encima de la gente cuando llega a casa. Tienen curiosidad y eso va con su naturaleza pero saltar sobre la gente es solo un intento de escalar en la jerarquía.
Esta energía hiperactiva o sobreexcitación no son naturales en los perros. Solo se producen después de una cacería o después de haber comido a modo de celebración. Al jugar pueden mostrarse excitados-sumisos o excitados-dominantes pero solo por un periodo de tiempo muy breve.
El jadeo hiperactivo sólo se da en los perros domésticos sobreexcitados. Por tanto la felicidad a la que achacamos el comportamiento de nuestros perros en este caso determinado nada tiene que ver con la verdadera causa, la excitación.
Los perros que hacen esto es porque tienen demasiada energía contenida y necesitan liberarla. Los perros hiperactivos son los casos más difíciles de rehabilitar y pueden deribar en problemas mayores: la fijación y la obsesión.
Un perro feliz de vernos está alerta, tiene las orejas levantadas, la cabeza alta y mueve la cola, es por tanto un signo de alegría contenida.
Lo que debemos hacer si nuestro perro sufre este problema es llevarle a hacer ejercicio en lugar de darle afecto. Cuando lleguemos a casa le ponemos la correa y nos lo llevamos a dar un largo paseo. Tras este reto físico y psicológico, esperaremos un rato hasta que el perro descanse y después le daremos comida. Cuando ya esté relajado le podremos dar afecto.
