No hay una norma fija a este respecto y el horario de los paseos debes establecerlos tú teniendo en cuenta las necesidades y la actividad física diaria que requiere tu perro.
Cuando son cachorros y están aprendiendo a hacer sus necesidades, puede ser una buena opción darles su comida y luego sacarlos a pasear. Así, probablemente, será más fácil que aprovechen la salida para hacer "sus cosas", aunque tú mejor que nadie irás conociendo sus costumbres. Lo importante si lo sacas tras ingerir una buena ración de pienso o comida de lata es que sea un paseo tranquilo que no implique un gran ejercicio físico para el animal.
En perros adultos, perfectamente acostumbrados a pasear contigo, es preferible que optes por las salidas antes de comer. La razón es lógica porque a tu perro le ocurre lo mismo que a cualquier persona. Después de comer, sobre todo si se trata de una cantidad importante, tendrá menos ganas de jugar y de hacer ejercicio que antes de ingerir su alimento. Tras una caminata, tal vez con alguna que otra carrera o con juegos con otros perros, tu mascota llegará a casa con excelente apetito y ganas de descansar un rato.
¿Es peligroso pasear al perro después de comer?
No puede afirmarse que esta práctica sea en absoluto peligrosa pero sí es cierto que en perros adultos, especialmente de gran tamaño, no es recomendable que hagan ejercicio intenso justo después de comer. Esta costumbre puede provocarles enfermedades digestivas, o incluso llegar a la peligrosa torsión gástrica, una dolencia que se manifiesta con fuertes dolores abdominales, vómitos y convulsiones. Por supuesto, se trata de casos extremos.
Sacar a disfrutar del aire libre con tu perro, cuando éste ha comido, y caminar a ritmo pausado no implica riesgo alguno, pero si se trata de hacer running juntos, mejor sácalo antes de darle su ración de alimento.
